El Caso De Ayotzinapa: Una Cartografía De La Violencia
Proyecto de Forensic Architecture comisionado y llevado a cabo en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) para las familias de los 43 estudiantes desaparecidos, los heridos y asesinados de Ayotzinapa.
La noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron atacados en la ciudad de Iguala, Guerrero, por la policía local en colusión con organizaciones criminales; en los eventos participaron otras ramas del aparato de seguridad mexicano que actuaron o presenciaron los hechos, incluyendo la policía estatal y la policía federal, así como elementos del ejército. Seis personas fueron asesinadas —incluyendo tres estudiantes—, cuarenta resultaron heridas y 43 estudiantes fueron desaparecidos forzadamente.
Forensic Architecture, comisionado y en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), concibió una plataforma cartográfica interactiva para mapear y examinar las diferentes narrativas de este evento. El proyecto pretende reconstruir, por primera vez, la totalidad de los acontecimientos conocidos que tuvieron lugar esa noche en Iguala y sus alrededores, con el propósito de proveer de u na herramienta forense para seguir investigando el caso.
Los datos sobre los que se basa la plataforma derivan de las investigaciones, videos, historias de los medios de comunicación, fotografías y registros telefónicos disponibles en el dominio público.
La primera y más importante de nuestras fuentes es el trabajo realizado por un grupo de cinco expertos denominados Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI), que publicó dos reportes del caso. El GIEI fue nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para llevar a cabo una investigación exhaustiva del caso, con el consentimiento tanto del Estado mexicano, como de las familias de los estudiantes víctimas y sus representantes. Su trabajo de un año de duración puso de relieve inconsistencias e irregularidades en las investigaciones oficiales del Estado y propuso una serie de recomendaciones sobre la búsqueda de los estudiantes desaparecidos.
Otra fuente importante es el libro del periodista John Gibler, «Una historia oral de la infamia». Desde octubre de 2014, Gibler tuvo entrevistas con los estudiantes supervivientes de los ataques de Iguala. Estos testimonios proporcionan una valiosa historia oral del evento desde el punto de vista de sus víctimas.
Esos documentos de miles de páginas se han transformado en casi cinco mil registros de una base de datos, cada uno registrando un solo suceso; por ejemplo, una comunicación bidireccional, un movimiento, o el mal manejo de la evidencia. Estos registros han sido localizados en tiempo y espacio, y etiquetados de acuerdo con los actores involucrados y el tipo de incidente que describen; además, a cada registro se le asigna una descripción narrativa.
La plataforma permite a las y los usuarios explorar la relación entre miles de eventos y cientos de actores, activando y desactivando diferentes categorías. Además, demuestra gráfica y cartográficamente el nivel de colusión y coordinación entre diversas agencias del Estado y el crimen organizado durante toda la noche.
Así por ejemplo, al comparar los movimientos de diferentes agencias de seguridad —municipales, estatales y federales y del ejército— en relación con los tiempos y la ubicación de los ataque, los investigadores pueden identificar cómo cada uno de los grupos actuaron esa noche y cómo, activamente o por omisión, tienen responsabilidad por lo sucedido.
La plataforma también identifica claramente las contradicciones entre los testimonios de los policías o los miembros de las organizaciones criminales, en contraste con los de los estudiantes sobrevivientes o los hallazgos del GIEI.
La función “Play” permite observar la forma en la que los eventos se desenvuelven en tiempo y espacio. Esta misma función lleva a las diferentes etapas de los eventos, revelando los movimientos de los cuerpos y de los vehículos durante la noche.
También conduce a modelos interactivos en 3D de tres de las escenas del crimen. Cada escena puede ser navegada y vista desde diferentes perspectivas. Las y los usuarios pueden acercarse a los detalles o experimentar el ataque al nivel de las calles de Iguala, mientras navegan por los diferentes momentos en que se desarrollaron los eventos.
La plataforma también contiene una serie de vídeos. Cada uno de ellos explica un aspecto de los acontecimientos de esta noche, por ejemplo el escalamiento de los ataques, así como el nivel de colusión y coordinación entre diferentes actores. Algunos videos ofrecen tutoriales que proporcionan una guía de usuario fácilmente accesible para la plataforma.
En suma, este proyecto revela una cartografía de la violencia, que se extiende desde la esquina de una calle en la ciudad de Iguala hasta toda la entidad de Guerrero. Describe, además, un acto de violencia no sólo como un incidente en específico, sino como un acto prolongado que persiste hasta hoy, mientras sigan ausentes los 43 estudiantes.
También busca demostrar las maneras en que iniciativas de la sociedad civil, que llevan a cabo investigaciones independientes con herramientas analíticas novedosas, pueden ayudar a investigar crímenes complejos, así como a confrontar la impunidad criminal y las fallas del sistema de procuración de justicia en México.
Sobre todo, el proyecto reafirma nuestro compromiso por buscar sanar la herida abierta de Ayotzinapa y a trabajar hasta que se esclarezca la verdad y se conozca el paradero de los estudiantes.
+ info: WEB DEL PROYECTO