Durante la dictadura del general Augusto Pinochet, miles de chilenos y chilenas son perseguidos, privados de libertad, exiliados, exonerados, torturados, ejecutados o hechos desaparecer. Los organismos de seguridad siembran el miedo y ejercen el control de la ciudadanía a través de la vigilancia permanente, la elaboración de listas negras y la censura.La represión se hace masiva e indiscriminada a pesar del impacto, la condena y la solidaridad internacional. Primero la Iglesia y luego, los familiares de las víctimas crean organismos y agrupaciones de defensa de los derechos humanos en Santiago y regiones. A la luz de estos hechos, el Museo de la Memoria (Chile)propone una reflexión que trascienda lo sucedido en el pasado y que sirva a las nuevas generaciones para construir un futuro mejor de respeto irrestricto a la vida y la dignidad de las personas.